El vino es uno de los más antiguos bienes de la humanidad. Constituye,
junto con el aceite y los cereales la llamada "trilogía mediterránea", considerada
una de las combinaciones alimenticias más saludables, conocida
desde el Neolítico hasta la actualidad.
La palabra vino deriva del latín vinum, que significa fuerza, vigor'. . . Es
una bebida agradable y saludable, es digestiva, estimulante, tonificante,
alimenticia.. .siempre que su consumo sea moderado.
Plinio El Viejo en su Historia Natural otorga al vino estas mismas cualidades.
Eúbulo nos cuenta que Dioriiso, dios del vino, en sus reuniones decía:
"ofrezco tres copas a los sensatos, una es para la salud y es la que beben
primero, una segunda es para la salud y el amor, y la tercera es para el
sueño. Cuando han bebido ésta, los que son sabios se marchan para
casa.
El vino, remedio medicinal
En su contenido intrínseco, el vino posee una serie de propiedades terapéuticas
y dietéticas que los antiguos ya conocían.
Todos los estudiosos, tanto de la medicina científica como de la popular
han sido conscientes de la tradición terapéutica del vino5 y eso lo han sabido
por la experiencia de la tradición aún viva y por las informaciones de los
textos antiguos y recientes.
El vino, alimento reconstituyente
Hornero considera que el vino es generador de sangre y, por tanto, de
vida; dice que los dioses no tienen sangre porque no beben vino y por ello
son inmortales y no tienen vida.
Existe una tradición de que las mujeres espartanas bañaban a sus hijos
recién nacidos en vino para que fueran fuertes en la vida, y en muchos
cita estas mismas cualidades refiriéndose al jugo de uva negra, que se identifica como vino sin el proceso
de fermentación. es decir, con poco contenido en alcohol.
El refranero español alude a esta cualidad del vino en: "tras las peras, vino bebas", refiriéndose al beneficio
que reporta en el proceso de la digestión, al igual que otro refrán "a bocado lerdo, espolada de vino".
Esto también lo recoge la sabiduría popular en el refrán: "Con buen vino se anda el camino"
casos librarlos de este modo de la epilepsia, para lo cual el vino es especialmente
recomendado.
Los persas consideran la posesión del vino una superioridad, y creían
que el consumirlo alarga la vida, tal y como recoge Heródoto. En efecto, el
vino es considerado un alimento con un alto valor nutritivog por sus propias
características, ya que el fruto con el que se elabora, la uva, es una fruta de
alto valor calórico y alimenticio, a lo que se une la combinación con otros alimentos
que potencian esta cualidad. Se recomienda tomarlo al finalizar un
gran esfuerzo físico como revitalizante muscular y energético.
El vino es, a su vez, un excelente condimento para las comidas desde los
tiempos muy antiguos, contribuyendo a potenciar el sabor de los alimentos.
Así pues, en períodos de escasez alimentaria se utilizaba como alimento
junto con pan y azúcar quemada, especialmente para los niños, al ser un
alimento de gran aporte calórico que daba fuerza, a la vez que reservaba
del frío el alcohol que contenía el vinolo.
El vino, bebida refrescante
Era muy consumido entre los agricultores y trabajadores rurales, una
bebida compuesta por tres partes de agua y una de vino (normalmente
1,5 1 de agua y 0,5 1 de vino) que, además de refrescar y calmar la sed
en los calurosos días de trabajo agrícola en el campo, el vino que contenía
dicha bebida constituía un enorme e importante aporte calórico para
el organismo. Era muy usual verter esta bebida en un botijo, que, además
de facilitar su consumo, mantenía siempre el frescor de dicha mezcla.
El vino, remedio contra la gripe
El vino caliente se utiliza como curativo de la gripe, tomándolo sólo o
mezclado con otra sustancia, como miel o limón, que completaba esos efectos.
Con esta misma función se utiliza ingiriéndolo por la nariz para curar el
catarro de las fosas nasales gracias al alcohol del vino.
El vino, desinfectante
El vino ha sido utilizado desde los tiempos más remotos como desinfectante
de heridas por su contenido en alcohol.
El Código alimentario español dice que: "tendrán la consideración de alimentos todas las sustancias o productos de cualquier naturaleza, sólidos o líquidos. naturales o transformados, que por sus características,
aplicaciones, componentes, preparación y estado de conservación, sean susceptibles de ser habitual o idóneamente utilizados para la normal nutrición humana o como productos dietéticos, en caso de especial alimentación humana".
De esta forma, el vino es un producto de naturaleza vegetal, líquido, transformado. que, por su preparación
y estado de conservación sirve para la normal nutrición humana, por lo que se puede considerar un alimento.
En Valencia, dicen que el vino era utilizado con sopas de pan para abrir el apetito.
Era muy frecuente que los niños merendaran una rebanada de pan mojado con vino y con azúcar espolvoreada por encima.
EL VINO EN LA MEDICINA POPULAR
En la Biblia, el pasaje Le. 10, 34 hace referencia a la cualidad curativa y
desinfectante del vino, junto con el aceite en la curación de un herido.
Dentro de esta propiedad, se utilizaba en la Edad Media para frenar la propagación
de epidemias.
Actualmente, las propiedades desinfectantes del vino se utilizan en la
desinfección del cordón umbilical de los recién nacidos, zona muy delicada,
expuesta a infecciones. Tarribién tiene un uso muy extendido como desinfectante
de las heridas causadas por las picaduras de escorpión.
En la antigüedad se sostenía la idea de que el vino nuevo no tenía las
propiedades curativas del vino viejo, por su bajo contenido en alcohol, elemento
que cumple con la función desinfectante. Varrónl1 habla de las propiedades
curativas y desinfectantes del vino, tanto viejo como nuevo.
El vino, analgésico
El vino es utilizado como un analgésico, sobre todo, por los jornaleros y
agricultores del campo, que, ante cualquier tipo de improviso en el trabajo,
ya sea fiebre, hemorragia, heridas, cefaleas, gingivitis ... es un producto
indispensable entre sus enseres diarios.
El vino, antinflamatorio
Al vino se le conocen propiedades antiinfamatorias, especialmente, para
casos de anginas o faringitis.
El vino, remedio dermatológico
El vino cocido con los sarmientos de las viñas tiene, al parecer, dos funciones
principales: como alimento energético que paliaba el frío y, por otro
lado, un uso estético, pues elimina las manchas de la piel causadas por el
sol, así como los lunares, tras aplicar unas gotas en la zona afectada.
También se utiliza el vino con yema de huevo para la fabricación del
famoso ponche, con dos usos:
- alimento de alto poder nutritivo, recomendado, especialmente, para las
personas que padecen anemia, o para los niños desvalidos.
- crema para fortalecer el cutis, con valor estético.
El vino, colirio
Un colirio albino compuesto por vino, cobre quemado y adormidera,
parece que está indicado para los problemas oculares.
Contra las quemaduras del sol,
En la Palma se utiliza un remedio compuesto por medio litro de vino blanco, medio litro de aceite puro de oliva y 33 g de polvo de oro. Esto se aplicaba en la zona quemada, eliminando las heridas.
El vino, diurético
El vino blanco posee intrínsecamente unas propiedades indicadas para
la curación de enfermedades renales. La mezcla de este vino con cebolla
es conocida como vino de cebolla; se trata de un remedio casero que se
elabora triturando y macerando dos cebollas durante seis días en 1 litro de
vino blanco; una vez colado, se bebe medio vaso de esta composición
durante una semana, con lo cual se consigue aliviar la inflamación renal.
El vino, tónico gástrico
Para los griegos, el vino era considerado "farmacón", es decir, una medicina
o ungüento medicinal con propiedades terapéuticas para el cuerpo y el
alma, ya que lo consideraban un remedio para las enfermedades del estómago
y un estimulante de la alegría en el alma de todo aquél que lo toma.
Entrando ya en el terreno propiamente medicinal, cabe tratar, en primer
lugar, las propiedades del vino como favorecedor del proceso de la digestión,
para lo cual se toma un vaso de vino en la comida, preferiblemente
tinto que, por su composición en taninos, ayuda a la segregación de jugos
gástricos.
Para aliviar las dolencias gástricas se utiliza un remedio con vino, que
consiste en un hervido de harina de avena en agua al que se le añade vino,
y se ingiere como un medicamento.
Dentro de esta función, frena los síntomas de la acidez intestinal, mezclando
el vino solo o con agua.
El vino, regulador de la circulación sanguínea
Hoy en día la función más difundida y conocida del vino es como preventivo
de los infartos de miocardio y favorecedor del riego sanguíneo del corazón,
para lo cual los cardiólogos recomiendan tomar un vaso de vino tinto
durante la comida, pero, evitando los excesos que puedan provocar dependencia
o efectos negativos.
El vino, antialérgico
El vino frena la formación de los fenómenos que causan la alergia.
El vino, favorecedor respiratorio
Para las infecciones e insuficiencias respiratorias, además de los medicamentos
indicados, se recomienda aplicar cataplasmas de vino en el
pecho para eliminar las bacterias que irnipiden la actividad pulmonar normal.
Además de las cataplasmas, el alcohol del vino también frena la actividad
bacteriana en los pulmones.
En la Biblia también encontramos un ejemplo en la Primera carta de Timoteo 5, 23, en la que se recomienda
no beber agua sola, sino mezclarla con un poco de vino para mejorar los problemas del estómago.
EL VINO EN LA MEDICINA POPULAR
El vino contra el insomnio
Entre las múltiples propiedades del vino, se encuentra la de ayudar a
conciliar el sueño; es utilizado, sobre todo, por las personas mayores, que
tienen dificultad para dormir.
Su uso tiene origen en el ámbito rural, donde, la ausencia de medicamentos
y la larga distancia de la ciudad, hacía que utilizaran los recursos
disponibles del campo que tenían a su alcance.
El vino, tranquilizante
El vino mezclado con agua se utiliza como tranquilizante, normalmente,
para calmar a personas ante la repentina llegada de una mala noticia, lo que
se conoce popularmente como "recibir un susto".
El vino, contra su dependencia
El vino es beneficioso siempre y cuando se tome en las dosis adecuadas.
Si esto no se tiene presente, sus propiedades beneficiosas actúan negativamente
en el organismo, creando a largo plazo la dependencia del
mismo, contra la cual existe un remedio que se realiza cociendo el vino con
angulas o agua de esparto, con lo que la dependencia disminuye, e, inclu-
SO, desaparece.
El vinagre de vino
El vinagre de vino, como producto derivado del vino, se utiliza para:
1.- Curar el vicio del tabaco y el alcohol tomando unas cucharadas mezcladas
con agua por la mañana al levantarse.
11.- Curar las inflamaciones rojizas de la piel (psoriasis), aplicando el
vino, rebajado con agua, sobre la piel una vez por semanai7.
El zumo de uva
Se dice que el zumo de uva es un excelente preventivo del cáncer.
Encontramos así el caso de una persona que afirma haber regenerado
su intestino de unos tumores tomando zumo de uva de manera estricta
durante cuarenta días, junto con lavativas de tomillo, aceite de oliva y
sal durante una semana.