La propiedad medicinal más conocida de la manzanilla es la que está vinculada con el alivio de cualquier afección de los órganos del aparato digestivo. Es especialmente buena para mejorar la digestión, favorecer la expulsión de los gases intestinales, aliviar dolores estomacales, evitar náuseas o vómitos y para el tratamiento de otras dolencias como cólicos, gastritis, úlceras gástricas, etc.
Tomar una infusión de manzanilla es muy beneficioso para aquellos que sufren de nerviosismo e insomnio. Sus propiedades sedantes son suaves pero ayudan a aliviar algunos de los síntomas producidos por la depresión o el estrés.
La manzanilla también ayuda a bajar los niveles altos de colesterol, pues al contener la vitamina colina favorece la eliminación de las grasas de la sangre.
Otra de las propiedades medicinales más populares de la manzanilla es la que ayuda a aliviar los dolores menstruales así como los espasmos que se pueden dar en los días anteriores a la menstruación.
Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antisépticas, la manzanilla es una hierba muy buena para curar afecciones o dolencias oculares como pueden ser conjuntivitis, orzuelos, ojos cansados, miopía, etc. También es ideal para reducir los dolores articulares y utilizarla como enjuague bucal para aliviar dolores de muelas o curar las llagas de la boca.
La manzanilla también puede servirte para el cuidado de la piel y el cabello. Las cremas faciales y nutritivas a base de manzanilla ayudan a eliminar las impurezas de la piel y a tratar las irritaciones.
Por otro lado, contiene propiedades que actúan contra el picor del cuero cabelludo, la descamación y, además, deja un brillo especial en el pelo.